Encuadramiento

La Reserva de la Biosfera Transfronteriza de la Meseta Ibérica, situada en las provincias de Salamanca y Zamora y Trás-os-Montes, es un inmenso territorio que une a Portugal y España. Un espacio continuo que, al margen de todas las divisiones administrativas, se impone por su identidad y patrimonio compartido. Desde las montañas que bordean Sanabria, hasta la orilla sur del río Duero, desde Braganza hasta Salamanca y desde Culebra hasta Tua, la Reserva es un territorio único en el contexto europeo, con valores naturales y culturales comunes.
Cinco parques naturales (Lago de Sanabria, Montesinho, Duero Internacional, Arribes del Duero y Valle de Tua) y decenas de espacios integrados en la Red Natura, como Azibo, el río Sabor, el río Maçãs/Manzanas o la Sierra de Culebra, conservan un extraordinario patrimonio natural y son testigos de una presencia humana milenaria, que todavía nos ofrece los mejores ejemplos de la simbiosis entre el Hombre y la Biosfera, de las comunidades humanas como parte del ecosistema.
Siete años después de la declaración, por parte de la Unesco, de la Reserva de la Biosfera Transfronteriza de la Meseta Ibérica, se encuentra en la fase de implantación de servicios que serán decisivos para cumplir los objetivos que guiaron la clasificación de la Reserva.
Desde el momento en que se iniciaron los trabajos de la candidatura hasta su aprobación, que todos los agentes implicados esperaban esta etapa, en la que se crean estructuras y servicios que darán visibilidad e identidad al territorio, fundamentales para movilizar a ciudadanos e instituciones en torno a una marca territorial común.
La puesta en marcha de este proyecto supone un punto de inflexión, define un antes y un después, en el plan de acción de ZASNET con vistas a proteger y poner en valor el patrimonio cultural y natural de la Reserva, impulsando el desarrollo sostenible y el fomento de una "economía verde", en línea con los valores de la UNESCO y los ODS 2030. Con este proyecto, vemos nacer una nueva marca de identidad para la Reserva, soportes de señalización y comunicación del patrimonio turístico, estructuras físicas en el territorio, actividades de promoción, eventos, reuniones y formación, un observatorio turístico, una aplicación para el Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, plataformas digitales y muchos otros recursos clave para impulsar un turismo sostenible y de calidad.
Se trata, por tanto, de un proyecto ambicioso por su envergadura, tanto en términos de actividades, objetivos y resultados, como en términos financieros.