El Reino del Lobo Ibérico: naturaleza en estado puro
En la inmensidad silenciosa de la Meseta Ibérica, entre sierras y profundos valles del Duero y del Águeda, resuena el aullido de uno de los símbolos más salvajes de la Península: el lobo ibérico (Canis lupus signatus). Este depredador emblemático habita estas tierras desde hace siglos, compartiendo el territorio con comunidades humanas que han aprendido a respetarlo y convivir con él.
La Reserva de la Biosfera Transfronteriza Meseta Ibérica, reconocida por la UNESCO, es hoy uno de los últimos refugios naturales donde esta especie encuentra protección. Bosques de robles y encinas, cañones y mesetas crean un escenario de equilibrio entre la naturaleza y el ser humano.
Pero el lobo es solo el guardián más famoso de una biodiversidad extraordinaria: aquí viven alimoche común, águila real, cigüeña negra, nutria y cientos de especies que dependen de la salud de este ecosistema.
La Meseta Ibérica es más que un territorio — es un santuario de vida salvaje, una invitación a descubrir y respetar la naturaleza. Cada sendero, cada mirador y cada pueblo cuentan historias de armonía, tradición y resistencia.








