Qué hacer en el Parque Natural del Lago de Sanabria

Caminar es sin duda la mejor manera de descubrir y conocer esta región. Caminatas más o menos exigentes, con poco esfuerzo físico, o más exigentes, desde el lago hasta diversos puntos de alta montaña. Los visitantes pueden disfrutar del Parque en cualquier estación. Aunque la primavera y el verano son más adecuados para explorar las zonas más altas, hay rutas relativamente accesibles que pueden recorrerse en épocas más frías. Este extraordinario Parque Natural ofrece multitud de oportunidades para descubrir las montañas, sus amplios e imponentes espacios, sorprendentes rincones y un conjunto de valores naturales preservados por el aislamiento que proporcionan la dureza del clima y del terreno. Hay más de 100 km de senderos y caminos bien señalizados en la región para descubrir las montañas, su vegetación, fauna y paisajes, desde donde se pueden vislumbrar las mejores y más impresionantes vistas del lago, así como entrar en contacto con un vasto legado cultural: huellas humanas, historias de actividades económicas tradicionales, arquitectura popular y manifestaciones culturales. El lago está unido umbilicalmente a la sierra por el río Tera y es una de las formas más impresionantes de conocer la sierra, siguiendo un camino entre cascadas, lagunas, robles y gigantescos bloques de granito. La cascada del Sotillo es de visita obligada por su tamaño, el embriagador sonido que inunda la montaña y el camino bordeado de robles y acebos que nos transporta a las escenas encantadas de los cuentos infantiles. El paso por la presa de Ribadelago recuerda la tragedia de 1959, cuando la presa reventó con la fuerza del agua y cubrió el pueblo de Ribadelago, arrastrando a la muerte a 144 de sus habitantes. Desde estos paisajes «amurallados» por la naturaleza, con desfiladeros imponentes y desafiantes, se llega a zonas de alta montaña dominadas por brezos y retamas y a lagunas cristalinas resguardadas a casi 2.000 metros de altitud, como las de Peces o Ventosa. El terreno se cubre de agua, se vuelve pantanoso y en invierno la montaña se vuelve aún más intransigente, con nieve y un frío que a menudo alcanza los 20 grados centígrados bajo cero. En estos paseos, el visitante se sorprenderá con una flora noble y encuentros con las especies más características del Parque: la laboriosa nutria, el ciervo, el corzo, algunas de las especies de anfibios que habitan estas zonas ricas en agua y ejemplares de las aves más extraordinarias que pueblan la Península Ibérica, como águilas y halcones. El Parque de Sanabria ofrece también otros itinerarios interpretativos, como «La obra de la sartén», «Hombres y bosques», «Caminos de la Humanidad basura» y «Paisajes culturales», que permiten conocer las especificidades de la integración de las comunidades en el medio ambiente. El Lago de Sanabria cuenta con varias playas de arena, rocas y hierba donde se puede nadar y pescar. En verano, aunque se trata de una zona de gran altitud, las aguas tranquilas de las zonas bajas de las playas se vuelven agradables, buscadas por los bañistas para nadar y bucear en un entorno idílico y tranquilo. Estas playas cuentan con abundante sombra, merenderos y estructuras de apoyo. Un barco propulsado por energía eólica y solar ofrece recorridos ecológicos por el lago, dando a conocer la fauna y flora de la zona. En invierno, el parque cuenta con una pista de esquí.

Data da Notícia: 
Martes, Febrero 25, 2025